La “bullanga” sanferminera y poco más

Pedro García Macías

El Chofre

 Lolo, Pedro y Jesús, en “Nuestro Bar”

Como inicio de estas palabricas  “arrejuntás” de aquella manera mía,  quiero alegrarme de que de una vez por todas el amigo del alma pasó por el quirófano para que le aliviaran de las “cornás ”, y de sus dolencias y protuberancias herniales…una vez superado con éxito el trance, con la casta que le distingue en la vida, seguimos en ruta maestro Toni.

Como hoy lo que me trae por estos lares es como dice el título la “bullanga”, no voy a entrar en el análisis de lo sucedido día a día, máxime tras la visión certera que la amiga Gloria Cantero nos lo ha ido expresando de forma magistral, que comparto plenamente, y las certeras palabras de los amigos Boris, Toni y Gloria en nuestro programa semanal de Radio Forum de los martes,                       

Simplemente resaltar dos toros, el que hizo sexto de los Cebada Gago y el toro “Diputado” que hizo cuarto de lo de Escolar, para mí el toro de esta insufrible Feria sanferminera 2017.

 “Rediós”, pidiendo prestado el término tan expresivo al amigo Boris…sí, lo que comenzó el día 7 de julio con el primer encierro, los “cebaditas”, y los cánticos previos al santo patrón, cuya letra es bueno recordar ”A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el Encierro, dándonos su bendición, entzun arren San Fermin, zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinak entzierro hontan otoi…¡Viva San Fermín! ¡Viva! ¡Gora San Fermín! ¡Gora!”…finalizó el día 14, tras la miurada, con el fin de fiesta de la “bullanga” cantando el "¡Viva San Fermín!, Gora San Fermin!... ¡pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!".…y hasta el año que viene…¡¡¡rediós!!!

 Boris en el tendido “remojándose”

Sí, la “bullanga” sana en la calle, salvo contadas y condenables excepciones…

… pero insufribles en parte de los tendidos especialmente en la solanera…y me imagino que para quienes se visten y hacen el paseíllo, se supone que, en principio, para la lidia y muerte de dos toros o novillos, por edad y/o presentación, porque como saben Uds. los “cuernos” de las reses, aún siendo muy importante, forman parte del trapío, pero ese vocablo encierra bastantes más cosas, como la belleza morfológica, la armonía de hechuras, estar rematadas y en tipo de su encaste, la casta y la fuerza en los tres tercios, especialmente en el primero, la fundamental suerte de varas que no la del “picotazo” que se ve tarde tras tarde cuando se acartelan las figuritas con lo más florido del monoencaste, porque a los otro hierros, como en el caso de Escolar. “leña al toro hasta que lo descuajaringuen”…en fin un toro en toda la extensión de la palabra, por dentro y por fuera… de esto en los recién terminados “sanfermines” poco a casi nada se ha dado.

Siguiendo con la “bullanga”, esta no se da, cuando quienes saben de esta ancestral tradición y tienen el conocimiento y los redaños para ello, hacen los encierrillos por la noche y corren los encierros a las 8 de la mañana…ahí hay la seriedad, salvo indocumentados que de todo hay “en la viña del señor”, que conlleva.

                            

…aunque cada día se observa que las reses hacen su recorrido las más de las veces como si tuvieran prisa por llegar, sin prestar atención, salvo lo que les impide su veloz y raudo tránsito,  la ingente cantidad de personal que les rodea, les atosiga y les manosea, cosa que está reglamentada pero que siempre hay quienes se lo saltan a la torera, debe ser por eso que los ganaduros que utilizan este sistema llaman “correderos”, que a veces más parecen pistas de atletismo para los 100 metros lisos en las Olimpiadas, quizá también, dicho sin malicia ni despropósito alguno, por según se rumorea y se dice por lo bajini, el agüita medicinal que dulcemente les suministran, con nocturnidad y alevosía, para calmar su angustia, su sed y otras cosillas.

Pero no se crean que en la plaza la “bullanga” se da solo en los tendidos, acompañada de los clásicos cánticos, efervescentes bebidas, magras y chistorra, no, se produce también en el palco que presiden las máximas autoridades municipales, que si ejercen bien sus funciones en sus áreas de competencia, excelente, pero a un palco deben acceder aficionados, policías o civiles, que sepan y tengan criterio y no personal orejero “bullanguero”, por contagio, porque por muy buenos asesores que le acompañen no debemos olvidar que en última instancia “manda” lo que estime pertinente. 
    

Y por hoy me planto, aunque el cuerpo y mis maneras poco sintéticas me animan a seguir, pero estoy intentando aprender esa difícil asignatura, total mi única neurona todavía es joven de espíritu. Un cordial saludo, ¡¡¡agur!!!