jueves, 5 de septiembre de 2019

2ª Feria del Arroz de Calasparra. Valdellán/Prieto de la Cal


 

para Antonio Grande (Salamanca). Héctor Gutiérrez (Aguascalientes) y Raphaël Raucoule (Nimes)

Por Gloria Cantero Martinez
"Carburito": el toro y que viva la casta!.



Volvíamos a Calasparra como también lo hacía la ganadería leonesa triunfadora del pasado año. 
Por la mañana durante el encierro, nos llegaba la mala noticia de una lesión producida durante el embarque que dejaba uno de los novillos fuera del festejo. Para completar la novillada saltó al ruedo abriendo el festejo un tan bien presentado Prieto de la Cal como vacío de fuerza y de casta.
En ocasiones, tales circunstancias incompatibles con el toreo,  sirven de atenuante a las malas prácticas de un novillero perdido, insustancial y totalmente desconocedor como volvió a  demostrar  el salmantino Antonio Grande en su segunda comparecencia alargando inútilmente una faena anodina al manso Valdellán lidiado en cuarto lugar.

Mal comienzo en una tarde con mucha expectación bien representada en el estado de los tendidos. 

Y llegó "Carburito", un hermoso toro de impecable presentación, brioso de salida, derrotando en los burladeros por bajo, pidiendo pelea, buscando toreros de la misma condición que la casta es cualidad compartida entre la fiera y el hombre..Aunque no siempre..

E igual que llegó,  "Carburito" también venció y convenció.

Fue sin duda el mejor toro de la tarde y con muchas posibilidades de premio en esta Feria del Arroz calasparreña que bien debiera mantener su nivel de exigencia tanto en el ruedo respetando el tercio de varas sin masacres en un solo puyazo e intentando poner en suerte a los novillos, como desde los tendidos que no todo puede ni debe aplaudirse y no es buena cosa, entiendo, que a un novillero solo se le premie su particular capacidad de agradar. 
Y así sucedió con el joven Héctor Gutiérrez, muy dispuesto y voluntarioso al que se le concedió la oreja del magnífico oponente de una forma excesiva que empujó en varas metiendo riñones y presentando credenciales de bravura en los tres tercios de la lidia. En la muleta, solo toro y torero, el run run en los tendidos se extendía como presagio de buenos e importantes acontecimientos . Comenzó el mejicano con la diestra y el de Valdellán metía la cara con codicia, sin ápice de bobería, demandando poder y ser toreado a ley. Pero el mejicano, siempre despegado, fuera de sitio, daba medios  pases calcaditos sacándose el toro para afuera, sin dominio, ni mando.
Solo dos naturales queriendo pude contarle que por ese pitón izquierdo también la tomaba el boyante novillo y un final de faena pinturero con bellos muletazos por bajo a dos manos rematando con vistosas trincherillas (cómo se agradece acabar sin las tan manoseadas manoletinas, pardiez!).
Metió la mano con acierto y el toro rodó de súbito. Fue ovacionado en el arrastre como no podía ser menos.
Frente al dócil y toreable quinto de la tarde, escaso de fuerzas, se eternizò en una faena hecha sin autoridad y basada de nuevo en este tan conocido modernismo artístico que tanto nos aburre. 

De Nimes, "El Rafi" se las viò con un protestado tercero muy terciado de hechuras pero de nuevo, su condición encastada hizo que acabáramos aplaudiendo al feo novillo.
Noble, repetidor, un auténtico animal incombustible que regalaba embestidas sin parar y a las que el francés no supo ni parar, ni templar. Otro claro ejemplo de la desorientación aprendida tan evidente cuando sale el toro. Mató con solvencia y se agradece.
El sexto de la tarde, otro imponente animal que arrancó los aplausos del respetable, condujo al novillero por caminos de dudas, desconfianza y falta de entendimiento con el noble último toro de este encierro del que esperábamos más pero nos valió la vuelta que Calasparra hoy tuvo su "Carasucia" particular con nombre de elemento químico.
Como química sentimos cuando la casta nos regala la vista y el alma doliente de insistentes aficionados.

Seguiremos insistiendo (si el tiempo y la autoridad lo permiten) que Calasparra acaba de empezar.

Ficha del festejo: Calasparra. Feria del Arroz.
Segunda novillada.
Novillos de Valdellán desigualmente presentados y de comportamiento.
Destacaron segundo y tercero ambos ovacionados en el arrastre.
Completaba la novillada uno de Prieto de la Cal lidiado en primer lugar, manso y descastado. 

Antonio Grande: silencio y silencio.
Héctor Gutiérrez:  Oreja (excesiva) y ovación (generosa).
El Rafi: Oreja (inexplicable) y silencio.

Para mañana se prevén fuertes tormentas. Miramos al cielo y cruzamos los dedos, pero...

Foto 1: aspecto de los tendidos de La Caverina. Tarde de expectación.





Foto 2: Toro "Carburito" . Gran novillo de Valdellán de "Raspa" fotógrafo.

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