miércoles, 6 de septiembre de 2017

Tercera de Feria de novilladas Calasparra.





Gloria Cantero Martínez






Novillos de Couto de Fornilhos para  Juan Carlos Benítez. Adrien Salenc  y Carlos Ochoa.

Adiestrados para la monotonía.


Vacíos, nulos de casta, alternando mansedumbre con sosería extrema.  Un auténtico aliento  para promover el bostezo y el sopor extremo que los de Couto de Fornilhos trajeron oculto tras unas hechuras impecables,  remates incuestionables pero que en esencia,  ni convenció,  ni apenas sirvió más que para darles una lidia decente, aseada y empuñar las espadas con efectividad y honradez. Casi nada en los tiempos que corren...


Es muy probable que pidamos un imposible pero cuando toda una novillada va cayendo en esa mediocridad, seria todo un detalle que las faenas eternas y prefabricadas,  se acortasen en al menos,  la cuarta parte del  interminable número de pases infundados y sinsustancia.


Sería muy de agradecer que esta savia nueva, futuros matadores de toros aún con solo la ilusión por montera, aprendiesen como básico precepto, la atención a lo que en el ruedo sucede durante todos los tercios que componen la totalidad del festejo y así no tendríamos que sufrir los desastrosos tercios de varas que, teniendo en cuenta lo reducido del ruedo calasparreño y la triste realidad que muestra a unos picadores muy limitados de oficio y ejecución junto a los posibles efectos secundarios que se derivan del obviar el acompañamiento al caballo cuando se retira a corrales o la colocación de auxilio al compañero, llegue a suponer todo un alarde de despropósitos que ni la mayor de las benevolencias asociadas a la falta de oficio puede excusar.


Y así, llegábamos a la muleta donde pudimos comprobar la falta de acople que mantuvo a Julio Benítez desconfiado frente al primer y cuarto novillo de los tres que tuvo que estoquear al resultar cogido de fea forma su compañero Adrien Salenc y que acabó despachando sin compromiso ni entrega.


Al novillero francés no le negaré su disposición y ganas de agradar pero el tan sobado recurso de las largas cambiadas como recibo de capote muy pegado a tablas le valió un susto que afortunadamente quedó en eso. Por lo demás,  más de lo mismo que tampoco provoca o aviva nuestra esperanza. 



Carlos Ochoa cerraba cartel y a pesar de lo poco que pudo hacer ante sus oponentes, esa falta de colocación o la búsqueda por la aclamación sin armazón ni razones no puede valer para tomar las de Villadiego y darse una vueltecita por el ruedo "porque yo lo valgo". Así, no.


Lo mejor de la tarde llegó con el arrastre del sexto Couto de Fornilhos. Y es que para algunos,  acudir a la llamada del toro y volver enfermo de apatía es un grave accidente para hacérselo mirar o confiar en que será algo pasajero y en la próxima hallaremos  el remedio.  Que así sea.


Ficha del festejo :

Calasparra. Tercera Feria del Arroz. Martes, 5 de Septiembre.

Novillos de Couto de Fornilhos,  bien presentados pero deslucidos y descastados.

Juan Carlos Benítez: ovación y silencio más  ovación que recoge tras dar muerte al quinto de la tarde.
Adrien Salenc: saludos y herido (luxación de hombro y traumatismos diversos a estudiar en examen radiológico).
Carlos Ochoa: vuelta al ruedo por su cuenta y silencio.

Menos de media entrada en tarde calurosa y soporífera.


1 comentario:

  1. Gracias amiga Gloria, a ver si acaso en las que quedan...un abrazo
    Pedro

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