SEVILLA, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2018. TOROS DE MATILLA PARA
JUAN JOSÉ PADILLA, MORANTE DE LA PUEBLA Y ROCA REY
EL IMPERIO DEL MONOPOLIO ATACA
El imperio
del monopolio, léase la casa Lozano con su torero Morante de la Puebla, la
empresa Pagés poniendo la plaza de la Maestranza y su torero Roca Rey y el
imperio Matilla aportanto el supuesto ganado bravo y el torero Padilla, se
ponen de acuerdo para dar gloria a Morante, consolidar a Roca Rey y despedir al
torero de Jerez, pero también para llevarse unos cuartos inmerecidos en plaza
de “no hay billetes”
Lo único que
han conseguido una vez más es profanar la Maestranza con las bendiciones de la
nefasta presidenta Dª. Anabel Moreno.
Iban
saliendo animales terciados, medio tullidos, descastados, borreguiles, sin nada
que aportar a una tarde que se predecía gloriosa y que resultó pueblerina y
hortera a más no poder.
Señores
taurinos, Juan José Padilla no se merecía esta ofensa. No se puede montar un
espectáculo con semejantes animaluchos con algo de cuernos que deambulaban por
el albero embistiendo amablemente o huyendo a tablas o chiqueros cuando le
venía bien al morlaco.
Si la
presentación de los animalitos que daban más pena que miedo fue deprimente,
debemos decir que su casta fue nula y que la suerte de varas fue un engaño
total.
Padilla ha regado demasiada sangre en los ruedos para
que el monopolio taurino le pague con esta falsa moneda en Sevilla, y lo grave
es que los responsables primeros son sus amigos que le ponen delante animales
aborregados de impresentable trapío predestinados al mayor fracaso como así
ocurrió.
Padilla
merecía una despedida acorde con la categoría de la plaza, una despedida
señorial de Sevilla. No fue así, la nefasta música, la oreja regalada, el
querer y no poder, la vuelta al ruedo de plaza de talanquera, y el triste
cruzar de la, plaza cuando se marchaba al patio de caballo no era un buen final
para un héroe que entregó su alma y casi
su maltrecho cuerpo para mayor gloria de la tauromaquia.
Morante se
santigua y la plaza reza un padrenuestro. Aquí se le aplaude el destoreo de
la pose de salón delante del espejo ante
un torete de mentalidad y actitud aborregada. Se aplauden detalles y con ese
bagaje se autofinancia volver el año que viene.
Roca Rey
tiene la virtud de poner en la plaza lo que le falta a sus oponentes, casta y
entrega.
Su primer
toro, terciado como toda la corrida, se lastimó una mano y aquí acabo la
historia.
En el sexto,
un becerrete en toda regla, realizó ese toreo encimista y valiente que le
caracteriza. Aquello no despertó muchas pasiones. Él lo sabe. Antes de entrar a
matar improvisa unas bernadinas muy cercanas tremolando la muleta que ponen de
pié a los tendidos de sol. Mata de media estocada y Dª. Anabel Moreno,
presidenta de la plaza, le regala una oreja minoritariamente solicitada.
El imperio
de los monopolios taurinos se agranda, empequeñece la Fiesta y profana la
Maestranza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario