domingo, 2 de septiembre de 2018

Desde el Tendido 8 del Coso del Cerro de San Albín


Escrito por Pedro García Macías   
jueves, 21 de mayo de 2009
El Chofre

Hace varios años en algún ámbito del “taurineo” de nuestra ciudad, Mérida, se calificó a un grupo de aficionados que pertenecíamos y seguimos perteneciendo a la Asociación Cultural Taurina “Cerro de San Albín”, como “incipiente tendido 7”, os podéis imaginar que no precisamente como un halago.
Las comparaciones, dice el refrán, que son odiosas, pero en este caso lo acogimos como un honor que nos comparen con esos aficionados cabales de la primera plaza del mundo (aunque los “choperitas” y la CAM están empeñados en bajarla a plaza de talanqueras) que si no existieran habría que inventarlos, aunque por supuesto a veces, como cada quien, se equivoquen y hasta se extralimiten, pero habitualmente dan en la “diana”. Pero no, somos modestos aficionados que antes solíamos sentarnos en el “tendido 8 del Coso de San Albín”, de ahí el título, porque actualmente somos más de uno quienes pasamos de ir en base a los “cartelitos” de figuritas con “jandillitas” y similares, que más parece simplemente limpieza de corrales, que nos propone la empresa/propietaria del coso en la feria de septiembre, que en libertad expresamos nuestra forma de entender y ver la Fiesta de los Toros.
Preocupado por la situación en la que se encuentra la fiesta. quisiera plantear, algunos interrogantes sobre cuestiones que me preocupan, nos preocupan en conjunto con otros muchos aficionados de distintas latitudes de nuestra piel de toro y en Francia. Cuestiones que hemos comentado en tertulias de café, en actos taurinos, en nuestra revista anual “Cerro de San Albín”, en internet en foros taurinos ... con aficionados, ganaderos, veterinarios, asesores artísticos, empresarios, representantes institucionales ... y que he visto reflejadas en revistas y publicaciones en forma de estupendos artículos. Creo que las preguntas retóricas que planteo encierran respuestas, que dejo abiertas a cada cual, con el ánimo de que puedan servir al menos de reflexión. Mi posición creo que es clara y conocida. Vamos al lío sin más preámbulos
a) ¿Por qué en el fútbol (pongamos como ejemplo esta actividad)) existen varias divisiones en las que los equipos, si lo demuestran domingo a domingo, van ascendiendo de categoría, empezando en campos de inferior categoría hasta que llegan, los menos, a jugar en los estadios más importantes, (las plazas de 1ª y 2ª categoría en nuestra fiesta), los de los equipos de la liga de las “estrellas” e incluso en los de la Copa de Europa, y a partir de ahí en alguna ocasión pueden ir a jugar en “portátiles” en efemérides muy especiales y en algún “festival” benéfico, y sin embargo en nuestra fiesta algunas de las denominadas “figuras” torean en todas las plazas, hasta en portátiles, para de esta manera terminar la temporada con más de 100 festejos (juegan la Liga de las Estrellas, la Copa del Rey, la Copa de Europa, el campeonato de equipos de 2ª y 3ª,  el de Regional y si me apuran hasta el campeonato de Fútbol Aficionado, mucha avaricia ¿o no?) y, claro, con tanto trajín y sonando la caja, no pueden dar el “callo”  y mucho menos ante cosas serias, más que en los sitios claves, llevándoselo calentito en el resto, frente a animales que nos plantean serias dudas respecto a su integridad y trapío, plazas cuyos espectadores merecen el mismo respeto que los de Madrid, Sevilla, Bilbao, Pamplona..., que deberían ser, en principio, el “campo de fútbol” (siguiendo con el símil futbolístico) para los más modestos, limitándoles así sus ya mermadas posibilidades?. Salvemos de esta generalización a algunos toreros que pueden estar en la mente de quienes lean estas líneas.
b) ¿Por qué se pide en los municipios modestos, que lleven a las ferias a las “figuritas”, QUE VAN A LLEVÁRSEL CALENTITO, cobrando cantidades que no son soportables salvo con subvenciones, cuando tendríamos que exigir otro tipo de festejos que si se hacen con honestidad e integridad no dudo que pueden generar afición, especialmente en niños y jóvenes, como son los de promoción, novilladas picadas y corridas de toros con toreros de segundo nivel, en los que  quienes toreen cobren los que les corresponde que nunca debe ser pagar por vestirse de torero?. Me refiero a muchos pueblos desde Despeñaperros para abajo, en los que la fiesta se vive de otra manera a como se hace desde Madrid para arriba y el sur de Francia...pero, eso si, luego hay que ir a la plaza y ser beligerantes si no nos dan lo que hemos contratado al comprar nuestra entrada ¿no os parece que ese planteamiento puede merecer la pena, acompañado de unos precios asequibles, para promocionar la afición especialmente en niños, que deben ir acompañados de mayores, y jóvenes?
c) ¿Por qué a veces para evitar que se “vea” cemento, no se ponen unos precios adecuados, que quizás incluso ayudarían a fomentar la Fiesta en el colectivo más débil económicamente y por qué no, a lo mejor hasta la caja se les llena más?           
d) ¿Por qué en el mes de enero ya están hechas, por las empresas que controlan la fiesta (que son a la vez empresarios, apoderados, ganaderos...) todas las grandes ferias sin quedar posibilidades para lo importante que vaya sucediendo a lo largo de la temporada?¿Porqué un torero, como dijo Finito ante una cámara de televisión, con toda la desfachatez del mundo, va arriesgar si a finales de enero tiene firmados 90 contratos para la temporada, y esto lo añado yo, cuando lo que procede es “vestirse ” ante el toro de carril, comodito de cara y la mayoría de las veces afeitados hasta las orejas, cubrir el expediente y a llevárselo, con total ausencia del respeto mínimo que merecemos los aficionados, e incluso montan el circo de “indultarlos” antirreglamentariamente, con la connivencia de la autoridad, ganaduros y público palmero?
e) ¿Por qué antes los niños jugaban al toro, querían ser toreros y a los toreros los veíamos con admiración como mitos, ídolos, héroes populares...y ahora vemos pocos  maletillas ir de pueblo en pueblo, buscándose la vida...y hay “figuritas de papel couché” en medios de comunicación de los llamados “rosa”, que se “inflan” de contratos yendo y viniendo, cuando la importancia de un torero se la debiera dar, exclusivamente, su forma de interpretar el TOREO delante de un TORO?. 
f) ¿Por qué no alcanzo a entender que haya espectadores que dicen que van a los toros a “divertirse”, y ese divertimento se da cuando se cortan muchos despojos y más si incluso  se indulta un animal, sin verlo en el caballo, cuando yo me emociono cuando sucede algo interesante e importante en el ruedo, aunque no haya trofeos por culpa de los aceros y valoro mucho una ovación en el arrastre o una vuelta al ruedo, siempre que haya TORO y TORERO e incluso cuando al menos hay TORO, aunque en ese caso me disgusta que lo desaproveche el torero, que lo lidien mal o que no lo dejen ver en el caballo o lo machaquen. que es lo contrario del aburrimiento que me produce el toro desmochado,  inválido, que hay que cuidar para que no se caiga y darle un “picotazo” en varas, descastado...con los pegapases,  aunque se lleve el esportón lleno de orejas?¿Porqué no existe la rivalidad de otras épocas, que propicie que la gente se movilice para ir a los toros y por el contrario todos van “acomodaditos” y a no molestarse en el ruedo, y solamente se movilizan los que se autoproclaman aficionados toreristas, cuando son “hooligans” adoradores de toreros sin importarles con qué hacen lo que hacen e incluso se atreven a pegar “arreones de manso” a auténticos aficionados cabales?
g) ¿Por qué los taurinos que debieran mirar hacia su “su negocio de la desvergüenza” como fundamental causa del estado lamentable de la fiesta, denigran a los aficionados exigentes con calificativos variados(puristas, talibanes, radicales...), acusándonos de que nos queremos cargar la fiesta por el simple hecho de que cuestionemos actuaciones antirreglamentarias de todo tipo, empezando por las de los presidentes de festejos, que debiendo ser los garantes de la integridad de la Fiesta y los defensores máximos de quienes pasamos por taquilla, actúan por el contrario con falta de rigor en reconocimientos aprobando para su lidia reses no aptas por trapío y sospechosas de afeitado, consintiendo mantener reses inválidas en el ruedo, concediendo apéndices devaluados, indultando reses que hacen de esta importante figura un chiste, la ausencia de análisis post mortem de astas y vísceras de las reses sospechosas, siguiendo por los profesionales del “acorazado” con la desastrosa ejecución de la suerte de varas, los de plata o azabache con bregas ejecutadas con poca profesionalidad y honestidad, repercutiendo todo ello en el toro o “torito”, y los responsables máximos, los matadores de las reses, con su falta de ética vendidos a “ la estética” con el carretón o al destoreo
h) ¿Por qué no denunciar, con respeto, sin descalificaciones insultantes aunque ellos nos falten, a quienes hacen cosas, en el amplio entramado taurino, que pueden disgustar y ofender nuestra sensibilidad, inteligencia...y bolsillo, con palabras que definan realidades, por duras que sean, porque lo que no se dice no existe y quien calla, a veces se puede interpretar como que otorga, aunque lo correcto sería pensar simplemente que no dice nada?
i).¿Por qué, como decía Francisco Tijerina en burladerodos.com, “en lugar de reinventar la fiesta no será la mejor fórmula el empleo de verdad en los empresarios, verdad en el toreo, verdad en el ganado, verdad en la forma de difundir la información... y así el público volverá a los cosos como siempre lo hizo?
j) ¿Por qué normalmente las corridas de TOROS, pasan todos el reconocimiento sin problemas, salvo cuando se buscan las “cosquillas” por no ser obedientes al taurineo, sin que además los toreros que las lidian planteen historias para no dormir, y otros días cuando llega el “torito modelno” y están en los carteles las denominadas “figuras”, hay baile de corrales y pegas e inconvenientes? ¿Porqué algunos presidentes admiten las presiones de empresarios, toreros y políticos y pasan la mano a cosas impresentables rechazadas por los equipos veterinarios, con la consiguiente tomadura de pelo para quien pasa por taquilla, que es a quien tiene que defender en principio?
k) ¿Por qué entrar en debate con los antitaurinos (a quienes desgraciadamente, a veces dan argumentos los “taurinos” con hechos que hacen perder dignidad y degradan nuestra fiesta), especialmente en el contexto europeizante, con un discurso estéril de si la corrida de toros es cultura, cuando el planteamiento que hay que defender es que la FIESTA DEL TORO ES UN HECHO CULTO, pero la de verdad no la fiesta circo,  porque de esa manera sería lo mismo que concebir la Mezquita de Córdoba como un elemento arquitectónico de Al-Andalus en lugar de cómo Patrimonio de la Humanidad?.
l) ¿Por qué la afición, que tiene bastante que aportar a las estructuras taurinas, demasiado anticuadas y cerradas, no intervenimos en la gestión y desarrollo de las mismas como ejercicio auténtico de un derecho ciudadano de quienes formamos parte de su mantenimiento al pasar por taquilla, trabajando unidos en la misma dirección a través de nuestros representantes ejerciendo de manera activa dicha representación, denunciando los fraudes e ilegalidades ante la instancias competentes, como hacemos en otros ámbitos de la vida cotidiana, además de hacerlo en la plaza con la bronca cuando haya fundamentos para ello, por otra parte manifestación genuina y espontánea en las corridas de toros, siempre dentro de ciertos límites, al torero, al empresario, al ganadero y a la autoridad, cuando cada uno en su ámbito no actúe con honestidad y por el contrario los aplaudimos y apoyamos cuando lo hagan bien?.

m) ¿Por qué  esa supremacía en lo que se lidia, el “monoencaste bodeguero”, con la variedad de encastes que aún presenta nuestra cabaña de reses de lidia (algunos en grave peligro de extinción), en los que hay casta y actitud seria de sus ganaderos respecto a la integridad de los toros, siendo los responsables de ello los empresarios que  compran unos y en menos ocasiones los otros, los toreros con fuerza que los exigen y los aficionados que nos conformamos con esta ruina ganadera y nos olvidamos de esas otras ganaderías que nos deben llamar a ir a la plaza cuando los vemos anunciados en un cartel, porque existe la posibilidad de que no nos aburramos?. 
n) ¿Por qué el TORO no es el verdadero protagonista de la Fiesta como legítimamente le corresponde y por el contrario se le manipula y se le echa la culpa cuando es el ÚNICO que no tiene culpa de nada y además no sabe que un día tendrá que salir a una plaza, según algunos, para “servir”,  lo que debe significar que un animal fiero, en principio, sea doméstico, dócil, noble, obediente a los engaños, que embista aunque no sepa, que no mire teniendo ojos, que se mueva aunque lo machaquen en el caballo, que se deje dar 200 pases...,confundiendo a un toro con un juguete de feria al que damos cuerda para que de vueltas? ¿No habrá que pedir al ganadero que por encima de todo busque la fuerza y la casta, bravura y nobleza, todo ello en equilibrio con el trapío y la integridad, que permita con una buena lidia en todos los tercios el espectáculo más emocionante y bonito, que cuando además lleva aparejado el arte en la interpretación del toreo, es único?
o) ¿Porqué los toreros que salen a darlo todo, y las ganaderías cuyos toros demuestran casta, se quedan muchas veces, por los despachos, fuera de la feria del año siguiente, habiéndose ganado un sitio en el ruedo, que ocupan otros que nada aportaron o incluso defraudaron?.
p) ¿Para cuando serán mayoritariamente presidentes de los festejos taurinos aficionados con reconocida afición, capacidad e idoneidad, acreditada con la formación adecuada, sin que ello impida en absoluto que también puedan serlo miembros de los cuerpos de seguridad, pero no por ese solo requisito sino por los anteriores, a quienes se les exija, por las instituciones que tengan la competencia para ello, el cumplimiento de sus competencias, llegando, en el caso de incumplimiento grave demostrado por la tramitación del correspondiente expediente, a su inhabilitación para presidir festejos taurinos?
q) ¿Por qué los ganaderos serios, que buscan la casta y que no se llevan bien con los “barberos”, ni con las manipulaciones en cualquiera de sus variantes, no echan la pata “palante” y de una vez por todas toman el mando frente a los “ganaduros como sea”, sabiendo que la razón de la Fiesta auténtica, con emoción y riesgo, está de su parte?
r) ¿Porqué desde Europa no hacen más que lanzar dardos envenenados hacia nuestra Fiesta, sin aceptar que es algo único y peculiar y tiene, por ello, que tener un tratamiento legislativo diferenciado respecto al resto de ganado bovino de carne, por supuesto vigilando lo concerniente a la sanidad animal para preservar y evitar poner en riesgo la salud de las personas? ¿No es posible poner de acuerdo, rentabilidad adecuada, sanidad animal, salud de las personas y nuestra Fiesta?.¿No creéis que es posible con voluntad, conocimiento y recursos?.
s) ¿Por qué en la fiesta manda lo exclusivamente “mercantil”, que en muchos casos genera fraude y corrupción, con el consentimiento o haciendo la vista gorda del resto de los estamentos taurinos y de las autoridades, lo que es más grave?
t) ¿Por qué no existen, con el protagonismo que deben tener, Comisiones Taurinas de Aficionados, en todos los municipios, como así sucede en algunas partes del Norte de España y del Sur de Francia? ¿Porqué los Consejos Consultivos de Asuntos Taurinos de las Comunidades Autónomas, tienen una composición excesivamente política, cuando mayoritariamente debiera ser técnica, por tener la función de asesorar a los órganos políticos que deben legislar en materia taurina?
v) ¿No os parece muy definitoria la frase atribuida al maestro Pepe Luis Vázquez “la Fiesta depende de cuanto manden unos u otros; si es el aficionado el que lleva la batuta el espectáculo mantiene firmes sus raíces, pero si las masas devoran a los aficionados el toreo se tambalea”?
w) ¿Por qué los medios de comunicación, especialmente los públicos, dedican un tiempo tan ridículamente escaso a nuestra fiesta y además en franjas horarias inadecuadas, no cumpliendo además, salvo honrosas excepciones, la noble tarea de formar e informar? ¿Sería mucho suponer que podría ser debido a motivos meramente dinerarios, de quien paga manda y aquello de “quien te da de comer”?.¿Y qué decir de los medios privados sobrecogedores palmeros y cómplices de la fiestecilla circo imperante, que de vez en cuando además se dedican a fustigar a la afición exigente?
y) ¿Qué les parece que al que esto escribe y a un buen aficionado de la Asociación “Cerro de San Albín”, una organización taurina les nombrara hace años “personas non gratas”, por denunciar, en defensa de los aficionados, en la prensa y ante la institución autonómica, que en una plaza de toros extremeña de 3ª categoría un presidente permitiera que se lidiara un toro echando sangre por los pitones y además indultara un toro, que no se vio en el caballo?.
Para ir rematando (sin querer me ha salido casi un abecedario), creo que los males así como los remedios de la Fiesta están fundamentalmente en su interior, sin olvidar a  quienes desde afuera acechan, tanto en nuestro país como en Europa, pero sólo será posible su mantenimiento y reforzamiento si  con seriedad, verdad y urgencia se ponen en práctica las medidas necesarias para la recuperación de la integridad y autenticidad de la FIESTA DE LOS TOROS. 
A pesar de todo sigo yendo a las plazas de toros, pero de forma selectiva, pero les aseguro que, partiendo de mis posibilidades económicas, no dudo, si puedo, en acudir a una corrida de toros o novillada picada en la que se anuncie una ganadería que para mi tenga suficiente credibilidad respecto a que puedo encontrar casta, integridad y emoción, con los toreros que se pongan delante, porque para mi lo primero es EL TORO y después lo demás, pero no soy torista por ello, esa dicotomía de torista/torerista es falsa e interesadamente manipuladora, sino simplemente un aficionado que es torista exigiendo el toro y a continuación torerista cuando el torero, el que lo haga, lo hace con ese toro….simplemente aficionado

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